Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira. Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi aliento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el Júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
No importa mi ventura o mi desventura.
Soy el poeta.